Campayo Ramon - Desarrolla Una Mente Prodigiosa.PDF

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La mente y la memoria
La mente
E s la facultad que tiene cada una de nuestras células para poder
pensar, razonar, memorizar, imaginar, aprender, sentir, elegir,
etcétera. Como en el cerebro poseemos infinidad de células
más que en el resto del cuerpo, tenemos la sensación de que nuestra
mente reside ahí, y ello es en cierto modo correcto.
Nuestra mente es compleja y tiene capacidades conscientes y sub-
conscientes. Por este motivo puede actuar de ambos modos.
La CONSCIENCIA la usamos exclusivamente para razonar y
para elegir, y a veces también para pensar (el pensamiento está con-
trolado básicamente por nuestro subconsciente).
En el SUBCONSCIENTE, en cambio, reinan sensaciones diferentes,
y aquí es donde residen principalmente la memoria, los sentimientos y la
imaginación, por lo que es donde nos vamos a centrar de manera especial.
El INCONSCIENTE podríamos definirlo como una parte del
mencionado subconsciente, de difícil acceso, donde se archivan los
traumas pasados como mecanismo de defensa.
La memoria
Es la capacidad mental que nos permite guardar o retener una in-
formación o conjunto de datos.
La memoria está intrínsecamente relacionada con el concepto de
APRENDIZAJE, siendo este el conocimiento y el razonamiento de lo
memorizado.
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DESARROLLA UNA MENTE PRODIGIOSA
La memoria funciona como un almacén (entran y salen datos con-
tinuamente), y, como dije anteriormente, reside en la parte de la mente
que llamamos subconsciente. Buena prueba de ello es que todo lo que
vamos viendo o detectando por cualquiera de nuestros sentidos a lo
largo del día es almacenado o memorizado inconscientemente, nosotros
no lo provocamos, y ni siquiera nos damos cuenta.
En cualquier momento del día podremos recordar fácilmente qué
hemos estado haciendo en sus horas previas, o incluso en días pasa-
dos, y lo sabremos con facilidad, ya que lo hemos ido memorizando
según iba transcurriendo ese tiempo. Este hecho ha sido posible gra-
cias a un proceso de memorización totalmente inconsciente.
Otra forma de demostrar que esa capacidad de almacenaje de da-
tos reside en el subconsciente viene dada cuando a veces, en distintas
circunstancias nos vemos incapaces de controlar nuestra memoria.
Por ejemplo, en la realización de ciertos exámenes importantes la ma-
yoría de las personas pueden padecer esa especie de parálisis cerebral,
o de bloqueo mental, que, causado por un exceso de presión y de ten-
sión emocional, llega incluso a impedir el correcto funcionamiento de
nuestra memoria (al igual que el de otras facultades mentales).
Si nuestra memoria fuese usada y controlada conscientemente,
nunca se nos quedaría en blanco ni tampoco nos jugaría malas pasa-
das. ¿Cuántas veces se nos han quedado ciertos datos en la «punta de
la lengua» y cuanto más nos esforzamos en intentar recordarlos más
nos cuesta? ¿Quién no ha sido algunas veces traicionado por su me-
moria?
Por residir la memoria en el subconsciente, nunca podremos do-
minarla al 100 %, aunque con práctica y entrenamiento sí lo haremos
en un 99,9 % de las ocasiones.
Bien, ya sabemos que nuestra memoria es un almacén que sirve
para guardar información. Da igual que esta esté almacenada en forma
de datos visuales, auditivos o de cualquier otro tipo. En cualquier
caso, lo que de verdad nos interesa a nosotros ahora es conseguir sus
llaves de acceso y, con ellas, el control absoluto de ese almacén. Por
tanto, vamos a conocer sus mecanismos, a saber cómo funciona y
también por qué motivos nos puede fallar a veces. En resumen, se
trata de poder sacar el máximo rendimiento de nuestra memoria y de
usarla de la manera más eficaz posible.
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